Belleza segun la Filosofia


Belleza según la Filosofía y la Ciencia

Filosofía

La rama de la filosofía que se ha encargado del estudio de la belleza se denomina estética. Esta disciplina analiza la percepción de la belleza y busca su esencia. Dentro de la filosofía determinar qué es bello y que no consiste en uno de los problemas centrales de la estética y diversos pensadores a lo largo de los siglos han abordado esta problemática.  

Una de las primeras discusiones de este tema data del siglo V a.C. en Jenofonte, donde se establecieron tres conceptos de belleza que diferían entre sí: la belleza ideal (que se basaba en la composición de las partes), la belleza espiritual (el reflejo del alma y que puede verse a través de la mirada) y la belleza funcional (de acuerdo a su funcionalidad las cosas pueden ser o no bellas).  

Platón fue el primero en elaborar un tratado sobre el concepto de bellezaque tendría un gran impacto en occidente, tomando ciertas ideas plasmadas por Pitágoras sobre el sentido de la belleza como armonía y proporción y fusionándolo con la idea de esplendor. Para él la belleza proviene de una realidad ajena al mundo que el ser humano no es capaz de percibir completamente.  

Posiblemente al día de hoy una de las teorías más aceptadas respecto a este tema es la propuesta por el relativismo, que dice que las cosas son bellas o feas según el fin que persigan. 

Este filósofo la define desde un punto de vista metafísico y objetivista. 

Así, dice que la belleza es aquella idea que al relacionarse con las cosas sensibles hace aparecer a la idea en cuestión como deseable. Su característica fundamental es la luminosidad, y su función la de despertar el amor -el eros griego-. Y, según Platón, se convierte por el despertar del amor en la vía que lleva al conocimiento del “bien” mismo. 

Es decir, Platón no solo relaciona a la belleza con lo bueno sino que va más allá. Dice que por comunicar el amor lleva al bien. Con lo cual relaciona las ideas de belleza, amor y bien como parte de una misma cosa. 

Un discípulo de Platón, Aristóteles, define a la belleza como “armonía”. Así la belleza sería la debida proporción de las partes con el todo. Lo que también puede decirse de otra manera: la unidad en la diversidad. 

En sentido aristotélico las características de la belleza serían el orden, la proporción, la luminosidad y el ritmo. 
Ciencia

La ciencia empezó a estudiar el arte para entender qué es aquello que caracteriza la belleza. Desde este punto de vista, diferentes estudios sobre la materia han puesto de manifiesto que existen determinadas cualidades de los objetos que pueden contribuir a su valor estético. Es el caso, por ejemplo, de la simetría o de aquello que entraba en la media. Esta sería la razón por la que, según apuntan algunos investigadores, una persona encuentra más atractivo un rostro simétrico y sin ningún rasgo que se distinga de la media. 

De la misma manera, de acuerdo con algunas investigaciones sobre el tema, también se destaca que somos más proclives a apreciar composiciones en las que dominen curvas por encima de ángulos rectos o en las que se respete la proporción áurea, una representación matemática de unas proporciones reflejadas tanto en la naturaleza como en el arte. 

¿Pero a qué se deben estas preferencias? De acuerdo con algunos estudios realizados desde la perspectiva de la psicología evolutiva, la apreciación de la belleza podría estar relacionada con la evolución como especie humana. Esto podría explicar por qué la representación de un cuerpo curvilíneo puede parecer más atractivo, dada la relación de estos atributos con la fertilidad. De la misma manera, el hecho de que se prefiera un paisaje frondoso a uno desierto podría deberse a la elección de un hábitat más acogedor para la vida. 





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